sábado, 22 de septiembre de 2012

Principios básicos de ordenación

Uno de los principales objetivos del protocolo es la de determinar la correcta ordenación de sus procesos y elementos que los componen. Al determinar dicho orden, tanto si hablamos de personas como de elementos o simbolos, existe una máxima que debemos de cumplir. Esta es que la posición central siempre tienen la mayor precedencia y que la derecha precede a la izquirda. Esto es que, en el caso de tener que ordenar, por ejemplo, tres símbolos, colocaremos en la posición central al de mayor rango o relevancia, a su derecha (tomando de referencia al público de frente) al inmediatamente siguiente en la cadena de relevancia y a la izquierda de la central al tercer símbolo correspondiente. A este tipo de ordenación se lo conoce como "ordenación por alternancia".








Este sistema de ordenación es el más común y nos lo encontramos a diario en todas la fachadas de los edificios pertenecientes a instituciones públicas. Lo habitual es la bandera de España en la posición 1, en la 2 la bandera de la Comunidad Autónoma correspondiente y por último la bandera Europea. En el caso de incuir la bandera local, y contar con un número par de banderas, las posiciones 1 y 2 no sufrirían ninguna modificación, la 3 sería la local y por último la Europea.
Si bien este sistema de ordenación es el más común y utilizado por nuestras administraciones públicas, a día de hoy aún nos podemos encontrar casos en los que no se tiene en cuenta este sistema protocolizado de ordenación. Llama poderosamente la atención como en fachadas como la de la siguiente imagen (perteneciente a un edificio público dependiente del Ministerio de Fomento) no se sigue este tipo de odenación establecido, lo que otorga, a mi entender, una imagen distorsionada al no cuplir este estándar de colocación de símbolos.
Como decíamos al comienzo de este post, además de ordenar símbolos también ordenamos personas y en el mundo del protocolo deportivo la imagen más repetida, sentida y gratificante es la del podio, o podium, de los vencedores en las entregas de premios. Dicho podio sigue los mismos criterios anteriormente descritos en lo referente a la ordenación por alternancia. En el ámbito del deporte todos sabemos, o eso yo pensaba, como se colocan correctamente a los tres, o cuatro primeros clasificados a la hora de entregarles las preseas o premios correspondientes. Por muy bien organizado que tengamos un campeonato con éxito de participación, de asistencia de público, de repercusión mediática, etc, la imágen que se perpetúa es la de la entrega final de premios. Suele ser el broche de la competición, la guinda del pastel. Y como tal, debemos de cuidarla y no echar por tierra la imagen de un campeonato con un podio final mal ordenado, como el que a continuación se muestra.


Debemos de cuidar la imagen de nuestros eventos y utilizar correctamente las heramientas que nos ofrece el protocolo. El protocolo deportivo debe de tener un mayor peso específico en la organización y desarrollo de nuestros eventos y campeonatos. Cuidemos la imagen.

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